Autobronceadores: ¿protegen e hidratan?

Los autobronceadores permiten a nuestra piel adquirir un tono dorado y natural, evitando la exposición solar prolongada y sin exponernos a los peligros del sol. Usar el autobronceador que se adapte a nuestro tipo de piel será clave para conseguir el resultado que buscamos. La edad, el tipo de piel, la sensibilidad o el nivel de hidratación será claves a la hora de realizar una elección correcta.

¿El autobronceador protege del sol?

No, a menos que lleven protectores solares incorporados. Por sí solo no nos protege, debemos aplicarnos protector solar después.

¿Cómo funciona el autobronceador?

El autobronceador contiene un azúcar de tres átomos de carbono que es la dihidroxiacetona. Este azúcar reacciona con la queratina de la capa córnea y provoca una reacción química que hace que aparezca una coloración que simula un bronceado. No hay síntesis de melanina, ni hace falta tomar el sol. No sometemos a la piel a una agresión para broncearse.

¿Cómo se aplica?

Antes del autobronceador se hacen exfoliaciones mecánicas con un scrub, para que la piel esté más lisa y el autobronceador se reparta de una manera más homogénea y no queden manchas oscuras. Si se quiere mantener el efecto, se debe reaplicar cada 4-5 días, el tiempo que tarda la piel en renovarse.

Más sobre los autobronceadores en el siguiente vídeo, con la Dra. Berta Sánchez: 

 

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