Cuando el dolor es agudo prácticamente no se produce ninguna relación entre el sistema del dolor y el estado de ánimo.
Sin embargo cuando hay un dolor permanente las neuronas están muy estresadas y esto sí produce una desestabilización del equilibrio interno de una persona.
¿Cómo puede el estado de ánimo afectar al dolor?
En el cerebro hay 2 sistemas, un circuito neuronal (formado por un grupo de neuronas) encargado del dolor y un sistema límbico que actúa de la misma manera que el circuito neuronal, pero que se encarga de las emociones, y aunque anatómicamente están separados guardan una relación muy fuerte entre ellas.
Las neuronas están muy juntas unas con otras pero separadas entre sí por el espacio sináptico. Al liberar neurotransmisores (sustancias químicas) se produce un estímulo eléctrico que permite la comunicación entre las neuronas.
Cuando una persona está irritada produce muchos neurotransmisores, como consecuencia las neuronas del tálamo producen a su vez, otros muchos neurotransmisores dentro del cerebro que van afectando a otras redes de otros circuitos vecinos, a otras neuronas, que los captan y producen como consecuencia una respuesta.
Si mis neuronas se estresan yo me estreso, no duermo, se producen cambios bruscos de ánimo, ansiedad, hiperactividad muscular, contracturas, etc.
Una producción elevada de neurotransmisores afecta al circuito neuronal del dolor, al circuito neuronal de las emociones, al circuito neuronal antiestrés e incluso al circuito neuronal del sueño. Es como una invasión de neurotransmisores producidos por la hiperactividad.
Para evitar esta situación se deben desestresar las neuronas.
Vídeo en el que el Dr. Javier Hidalgo le explica al Dr. Juan Madrid cómo el estado de ánimo puede influir sobre le dolor.
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