En la depresión, la clínica es lo que da el diagnóstico.
En la mayoría de los casos, un psiquiatra con sus conocimientos y su experiencia solo necesita hablar con el paciente y con sus familiares para diagnosticar una depresión. Y en el 100 % de las veces, acierta.
¿Para diagnosticar una depresión se necesita hacer pruebas complementarias?
No. Los análisis de sangre, los hemogramas, la resonancia magnética o los electroencefalogramas no sirven para orientar un diagnóstico de depresión o para variar un tratamiento.
La depresión no necesita pruebas especiales, el diagnóstico lo da la clínica y las pruebas complementarias son innecesarias.
¿Puede haber algún caso en el que sea necesario realizar pruebas complementarias?
Sí, en los casos en los que la depresión:
- Presente síntomas neurológicos
- Ocurra en un momento inesperado
- Se produzca en edades avanzadas
- Aparece en paciente que tengan un tumor cerebral
Solo en estos casos, estaría justificado hacer de forma puntual, un escáner cerebral o una resonancia magnética.
¿Por qué no se deben realizar pruebas complementarias de forma generalizada?
Las pruebas complementarias pueden entorpecer el diagnóstico, ya que pueden aparecer hallazgos casuales que enlentecen el tratamiento.
Con la clínica se obtiene un diagnóstico muy fiable, las pruebas complementarias si no son necesarias, pueden enmascarar el diagnóstico.
¿Sirve la neuroimagen para diagnosticar una depresión?
La neuroimagen valora en vivo el cerebro y el sistema nervioso central y es una prueba que no provoca ningún daño en el paciente, sin embargo, solo se utiliza de forma experimental.
La neurociencia empieza a aportar datos en la evolución de los diagnósticos y en las respuestas de los tratamientos pero no oferta ninguna herramienta para mejorarlos, por eso a día de hoy, no se utiliza como prueba complementaria en el diagnóstico de una depresión.
Video en el que el Dr Francisco Toledo le explica a Juan Madrid cómo se diagnostica la depresión.
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